25 de septiembre de 2012

Hablemos con propiedad: El frikismo llega a la RAE

Cuando un término es de uso común, al final suele incluirse en el diccionario con el objetivo de definir lo que esa palabra quiere decir, para poderla contextualizar correctamente dentro de un escrito o una conversación. Pero a veces es posible que las acepciones no coincidan con el significado real que le dan las personas que usan el término.
 
Una de estas palabras que no tienen significado reconocido en nuestro idioma es friki; pero con la vigésima tercera edición de la Real Academia Española, el término dejará de ser ambiguo.



friki
(Del ingl. freaky)
  1. adj. coloq. Extravagante, raro o excéntrico. 
  2. com. coloq. Persona pintoresca y extravagante.
  3. com. coloq. Persona que practica desmesurada y obsesivamente una afición.

Obsérvese que no indica ninguna afición en particular, como por ejemplo, ciencia ficción, rol, cómics o videojuegos. Ni incluye conceptos como Señor de los Anillos, Star Wars, Star Trek, Juego de Tronos, Vampiro o Superhéroe; además de no contemplar actos puntuales como disfrazarse para el estreno de una película, ver todas las películas de una saga el mismo día, asistir a conferencias de cómics, ponerse camisetas con muñecos de dibujos animados, ver películas en versión original, o descargarse la seria completa de Dragon Ball. Y ni menciona nada acerca de pintar figuritas, ver películas antiguas o leer los clásicos de la literatura. Y es que el lenguaje tiene esa cualidad, nos iguala a todos, pese a quien le pese.

Aun así sería necesario echar un vistazo al origen de la palabra para comprender el significado actual que hemos aceptado tácitamente, y así ver si esta “nueva” definición nos satisface o encaja con lo que realmente creemos que es un “frikazo”.

Tal vez no nos sorprenda saber que “friki” tiene su origen en la palabra inglesa “freak”, que se empleó en los Estados Unidos, cómo no, entre 1840 y la década de 1970, para referirse a las personas que se distinguían por tener alguna malformación o anomalía física digna de exhibirse en un circo. Por ejemplo, la mujer barbuda, el hombre elefante, la persona más grande del mundo, el hombre-mono… Homer Simpson… bueno, tal vez Homer, no.

El término no sólo voló desde Norteamérica hasta España, sino que cambió algo el significado. Se comenzó a utilizar en nuestro país más o menos en el año 2000 para catalogar a personajes como Carmen de Mairena, Leonardo Dantés o Paco Porras. He aquí la cruda realidad. Tal vez por eso el término “friki” pueda usarse o se intente usar de manera despectiva.

El término evolucionó y comenzó a llamarse “freak” a personas con intereses que no estaban aceptados o bien vistos por la sociedad, o considerados infantiles o inmaduros. Pero eso sí, casi todos relacionados con el desarrollo y manifestaciones de la imaginación y la creatividad. Producto de estos intereses, los individuos comenzaron a reunirse por aficiones “freak”, dando lugar a grupos sociales diferentes a los establecidos.

Debido a los medios de comunicación, el término se extendió y fue adoptando diferentes dicciones como “friki”, que se podría denominar a grandes rasgos, como un ser extraño, extravagante, estrafalario, fanático. Persona cuyas aficiones, comportamientos o vestuario son inusuales y llaman la atención. Principalmente tienen aficiones minoritarias como la ciencia ficción, fantasía, videojuegos, cómics, animación… Se refiere “minoritarias” en relación a la edad, porque si eres un niño, no eres un friki.

El nivel de “frikismo” viene determinado por la radicalidad de la afición, hasta el punto de convertirla en una forma de vida. Su nivel máximo, actualmente, puede verse reflejado en el Día del Orgullo Friki, que desde el año 2006 está establecido en el 25 de mayo.

¿Todos los frikis son… frikazos? Algunos dicen que no. De hecho, muchos no participan en el día mencionado, porque creen que de esa manera se refuerza un estereotipo equivocado, el que la gente tiene por un friki; ya que ser friki no implica ciertos comportamientos que la sociedad les atribuye de manera intrínseca. Pero yo pienso, que el hecho de estar en contra del acto, arguyendo precisamente ser un friki de verdad, no un friki-tipo, demuestra que el nivel de frikismo en estos individuos es elevado, muy elevado. Porque se tiene una conciencia real de lo que es, o no es, un friki. ¿Acaso hay frikis que dan mal nombre a los verdaderos frikis? ¿Hay frikis de verdad y frikis de boquilla? Tal vez es que está de moda ser fiki, y la gente se apunta al movimiento como medio de encajar en algún sitio. ¿Puede, por tanto, el mismo frikismo acabar con los frikis, al ser un movimiento que ha avanzado demasiado rápido y estar nutriéndose de simples aburridos que no saben qué hacer? Eso sería una super-paradoja friki sólo igualable con las ocurridas en Regreso al Futuro. Y llegados a este punto… ¿Era 'Doc' un friki?

Retomando entonces al objetivo de este friki-artículo, y haciendo las comparaciones entre el friki de ahora y el que propone la Real Academia Española, hay que hacerse las preguntas que determinarán si realmente “friki” es sólo un término, o algo más. Con la nueva definición de la R.A.E, cualquiera que salga con chanclas y calcetines a la calle, es un friki. Pero con el concepto actual se definen más bien por acciones reiteradas, o ver sus aficiones como algo más que eso. Es decir, ser friki, ahora, es ser algo diferente a los demás, aunque sea en ciertos aspectos. ¿Será aceptado entonces este concepto nuevo por la sociedad friki? ¿Hay un sentimiento friki que no encaja con la nueva definición? Y desde el otro lado ¿Quiere ese señor que sale en chanclas, calcetines blancos, pantalón corto estampado y camiseta de tirantes, ser definido como un friki?

Pero la pregunta más importante es: ¿seremos tan frikis para hacer un debate de esto?

ENRIQUE CABRERA

6 comentarios:

  1. A ver, a aver, ¿según la RAE friki es toda persona pintoresca, extravagante o excéntrica? Me vienen de pronto a la mente mil y un millón de nombres que encajan en el término friki. El grupo Kiss resulta que son frikis y no roqueros como yo pensaba, al igual que los AC/DC (uno de ellos viste de niño, y es un abuelito). Marilyn Manson, Lady Gaga, el tipo ese que está casado con Alaska, la misma Alaska, Carmen de Mairena, los seguidores del Rey Misterio o otros de la WWE, los que se disfrazan en los carnavales, los integrantes de las comparsas de Cádiz, todos los actores y jóvenes que ponen de moda cortes de pelo que antes no se veían y prendas mal llevadas que ahora dicen que es la moda y antes era ir hecho una piltrafa…

    “Extravagante, pintoresco, raro o excéntrico”. Si nos ponemos así, la mayoría de cantantes famosos son frikis, muchos actores y la mayoría de sus fans (visten como ellos, llevan sus retratos en sus carpetas del instituto, decoran las paredes de sus cuartos con pósters del careto de estos tipos…).

    “Persona que practica desmesurada y obsesivamente una afición”. Los socios de las peñas futboleras no hacen otra cosa que hablar de fútbol, una y otra vez, y otra vez, y una vez más. Resulta que eran frikis y no aficionados o socios de un club, qué cosas.

    Yo no visto raro, no soy pintoresco más de lo que se concibe como “normal” y mucho menos excéntrico. Me gustan los juegos de rol y leo libros de fantasía épica medieval (entre otros géneros), pero no de forma obsesiva, así que resulta que no soy un friki. Para serlo tendría que vestir como los personajes de los libros que leo (no lo hago), estar todo el día jugando a los juegos que me gustan o hablando de ellos (tampoco lo hago). Y yo era el friki antes para muchos, y resulta que según la RAE los frikis son los demás. Vaya con los frikis, qué raritos que son.

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    1. Eso es porque el concepto el frikismo es mucho más que un concepto. Y de hecho, defender ese concepto, o indicar que la RAE se equivoca en sus definiciones, es síntoma indiscutible de ser un friki.

      De todas maneras, ha habido un cambio de mentalidad respecto al término. En principio a nadie le gustaba ser un friki, por los personajes a los que representaba esta expresión, ahora... ya no tanto... será que "ser friki" se ha puesto de moda.

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  2. No somos nosotros quienes decidimos si somos o no somos frikis por terminología. La RAE ha sido clara y ahí está. No obstante, el friki seguirá siendo para muchos lo que era antes de que la RAE diera significado oficial al término. Para muchos, el friki es aquel que leía libros como el Hobbit o el Señor de los Anillos, Juegos de Tronos o el Capitán Alatriste. Resulta que ahora, gracias a la gran pantalla, han conocido a Tolkien, Martin o Reverte. Si ves las películas eres normal, pero si lees los libros o practicas los juegos de estas obras, eres un friki. Tan de moda está la serie The Walking Dead que no se considera friki a quien la sigue. Antes de eso, leer, hablar o jugar a algo que rodease la temática zombi era considerado un frikismo, algo que sólo los más excéntricos practicaban. Quizás muchos no sepan que son frikis.

    Yo soy uno de esos que no celebran el día del orgullo friki. No estoy en contra de quienes lo hacen, pero tampoco me siento tan identificado como para aparecer en esos eventos. Podría ir a cualquier otro evento sin tener que esperar a ese día en concreto. ¿Voy en contra del sistema? No. ¿Me siento identificado con ese día? Tampoco. En el día del orgullo friki hay muchos que hacen Cosplay (se disfrazan de sus personajes favoritos) y ésta parece ser la firma de ese día. Particularmente no me siento identificado con ello, aunque no estoy en contra. Me ocurre igual que a muchos gais en el día del orgullo Gay donde la gente espera ver carrozas repletas de Drag Queens, de hombres y mujeres casi desnudos, exhibiéndose en plan fetichista. Hay muchos gais que no se identifican con ese día porque el ser gay no es ser fetichista, exhibicionista o excéntrico. Eso mismo es lo que me ocurre con el día del orgullo friki. Tal vez sea muy “soso” para ser friki.

    ¿Puede el frikismo acabar con los frikis? No lo creo. ¿Puede la religión acabar con los que la practican? Seguro que no.

    En mi trabajo, cuando les dije a mis compañeros que formaba parte de un grupo de personas para elaborar y publicar un fanzine digital que trata sobre literatura y juegos de rol, algunos se rieron y otros me tacharon de friki. Resulta que soy padre de dos maravillosos hijos, esposo de una encantadora mujer, llevo después del trabajo a los nenes a sus actividades extraescolares (uno tiene 16 y el otro 4 años), hacemos la compra, la comida, llevamos la casa “palante”, vamos lo normal de toda familia, y soy militar, sargento de infantería. Pero sólo por escribir la revista me llaman friki y se olvidan del resto.
    Verán, yo no me considero igual que Carmen de Mairena, Leonardo Dantés o Paco Porras, ahora considerados frikis según la RAE. Más bien utilizaría otros términos para ellos, como desequilibrados mentales u oportunistas que viven a costa de la fama que mueve el morbo y el escándalo público. En fin, dios los cría y la RAE los junta. Yo no soy como ellos, así que según el significado oficial del término, ahora no soy friki, pero me gustan los juegos de rol, leer comics y de cuando en cuando, jugar a videojuegos.

    Después de esto seguro que tengo un 0,00017% más de que alguien quiera matarme y un 0,00024% menos de poder ligar por la web.

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    1. ¿Que no te gustan las lentejas de mi ejército, soldado?

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  3. La cuestión del “friki”, queridos amigos, no esta en la extravagancia en su forma de vestir, ni en su comportamiento, ni en sus hobbies y muchísimo menos, en como se relaciona con los demás. La realidad del “frikismo” va más allá de lo humano y lo divino, es un conglomerado de todas estas, una alternativa de vivir la vida, que al unirse en semejante cóctel, forman una persona, un individuo particular y peculiar a la par. Para aquellos que no me entiendan, el gran ejemplo de “frikismo” personificado lo encontraran en la gran seria de tv “BigBan” (la que recomiendo dicho sea de paso) donde cuatro amigos, dos de ellos doctorados en física y astronomía, mas un ingeniero aeroespacial (“friki” no significa imbécil, nada que ver con la calaña televisiva de ciertos programillas, a los cuales en mi tierra sureña y califal los llamaríamos de otra “forma”, también recogida en la RAE, por cierto) representan los “estereotipos típicos” a los que me refiero. Para concluir, si ser “friki” es que te guste la cultura del comic, los libros de fantasía, la pelis de ciencia ficción, chatear con los colegas en partidas de rol online y jugar en casa a juegos de tablero… Dime amigo mio ¿Quién no tiene algo de “friki”?.
    Nota del autor: para los más profanos en estos temas, una pequeña aclaración de un declarado “friki” como yo. Estoy casado, tengo dos hijas y trabajo (importante hoy en día) y para eso hace falta algo mas que un ordenador, disfraces, comic y libros de fantasía.


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    1. Espera un segundo,,,mmmm,,, a ver si el dado deja de rodaaar... 100%, crítico. Uff, pues va a ser que estoy de acuerdo con vosotros al ciento por ciento (cosas de los frikis, los dados han hablado). Resulta que voy a ser friki y todo.

      Ahora en serio, creo que el significado que se le ha dado a la palabra friki no engloba bien el concepto que se tiene de ella, y es por eso por lo que AHORA y no antes, no me considero un friki, aunque siga siendo el mismo y llevando a cabo las mismas actividades. La cosa es que como ya dije anteriormete, no soy extravagante, raro, pintoresco o excéntrico, ni practico de forma obsesiva ninguna actividad (bueno, tal vez el sexo si me dejasen...).

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